Reflexiones personales:
Cuando se viaja por primera vez a pie por los senderos que llevan a Talpa, pueden ocurrir dos cosas: Que la experiencia sea fortificante para tu cuerpo y tu espíritu, o bien, que jures no volver jamás. En mi caso personal, la primera vez que hice el trayecto fue porque sentí que mi salud se había deteriorado a tal grado que si no lo hacía, ya no iba a existir una segunda oportunidad.
Para hacer la caminata, debía, por indicaciones del médico, llevar medicamento para la presión... pero, por las prisas, se me olvidó en casa; y ya puestos en el camino, me encomendé y caminé sin preocuparme por las consecuencias. Me dediqué a observar el paisaje, hacer amigos y a disfrutar el paisaje y la buena charla de mis compañeros de viaje...
Después de 15 veces de hacer el camino a Talpa, quiero compartir con Ustedes mis reflexiones personales, y por cierto, desde ese entonces, ya no he vuelto a tomar el medicamento para la presión... descubrí que el ejercicio periódico y continuado no solo alimenta el alma y el cuerpo, sino también, otras cosas que comparto ahora con Ustedes... espero les guste esta modesta presentación...
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Reflexiones personales
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